Reporte de Lectura

INTRODUCCION DE: “INVITACIÓN A LA FENOMENOLOGÍA”

Juan Adán Alarcón Méndez

Nos parece importante mencionar que el propósito de este texto, no es otro que el de comentar la introducción de la “invitación a la fenomenología”, y queremos también aclarar que deseamos ajustarnos a dicho propósito sin la intención de realizar una crítica o análisis de mayor profundidad a dicho texto; sin embargo, estamos seguros que de el texto aquí comentado, es posible producir tales trabajos. Nos ajustamos sólo ha estos comentarios aquí presentados por motivos académicos.

Comentarios.

Hemos interpretado, según la lectura de la introducción de “invitación a la fenomenología” de E. Husserl, que su propósito es reorientar las ciencias, pero a través de una fundamentación de las ciencias del espíritu. Parece ser que este es el propósito sobre el cual gira toda la filosofía de Husserl.

Es muy interesante cómo el autor de la introducción menciona que uno de los puntos de partida de Husserl, y una de sus más grandes preocupaciones es la crisis en Europa a comienzos del siglo XX, y cómo nuestro filósofo adjudica esta crisis no a la irracionalidad, sino a los excesos de la razón. Es por eso que interpretamos que estos excesos de la razón, en el contexto histórico de Husserl, se están haciendo patentes en el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

Estos excesos han sido causados por la sobrevaloración del método científico de las ciencias de la naturaleza, método que tropieza y se ve imposibilitado y limitado cuando pretende abarcar la psique o el espíritu, y que por lo tanto, se lo ha dejado de lado o se ha abordado su estudio de una manera equivocada. Por eso mismo, Husserl pretende el estudio de la psique, pero no a través de dicho método científico. Este método que inaugura Husserl, para el estudio del espíritu, pues como nos dice el texto, pretende lograr el “conocimiento científico del espíritu”, esto es precisamente lo que constituye la aportación filosófica de Husserl, la Fenomenología Trascendental.

Nociones clave como, “el olvido del mundo de la vida” y “recuerdo de lo humano” nos ayudan a entender la denuncia y la propuesta husserliana. No queremos mencionar que la obra de Husserl, es un apelo radical al pathos humano, dejando del lado al logos, como fue posible ver en los filósofos del margen de los siglos XVII y XVIII; sino que interpretamos que, más que un rescate de lo pasional y lo humano del hombre, es una constitución de un método racional para comprender el espíritu, la psique o la subjetividad humana, con vista a una fundamentación de las ciencias del espíritu y complementación de las ciencias de la naturaleza, pues según el texto, ambas se dan sentido las unas a las otras. He aquí que su propuesta gira más del lado epistemológico.

Nos parece interesante la noción de autonomía adjudicada al espíritu, y que el texto menciona que es necesario tener en cuenta para la realización del estudio del mismo. Además de la mención del binomio razón y libertad que complementan esta idea de autonomía, y que consideramos importante mencionar, pues interpretamos que bajo estas nociones es posible concebir al espíritu como pura actividad.

Para concluir, comentamos que nos ha parecido muy pertinente el rescate del texto de la condición judía de Husserl. Pues teniendo presente dicha condición del autor, podemos entender las nociones de “olvido” y “recuerdo” que constituyen su propuesta, y cómo la noción de anámnesis se intenta conjuntar con la de logos. Dichas nociones, las adjudicamos a que la tradición y cultura judía, que es vista como una cultura o un pueblo errante, ha devenido siempre con miras a lo que ellos llaman El pasado glorioso de Israel. Dicha cultura, que según el texto, también ha sido parte de la constitución de Europa junto con la del logos griego. Interpretamos que es por esta herencia cultural, que uno de los fines de la propuesta husserliana es rescatar lo que el concepto ha dejado fuera por poseer la condición de particularidad y concretud, pues nos relata la tradición, que la cultura judía no se constituyó a través del fundamento de la razón, sino a través de la experiencia con aquello que el concepto ha dejado fuera, es decir con la experiencia divina, y con una explicación de la realidad a través del mito y la fe.

Hemos rescatado esto último, no para afirmar que estos sean los intereses de Husserl, sino para tener presente cómo su condición humana-religiosa, de alguna manera influyó en el punto de partida de su obra, pues Husserl, en ningún momento pretende refutar la razón, sino por el contrario, toda su obra se constituye racionalmente.

Preguntas Descartes

SANDRA ELIZABETH SERRATO CABRERA

1.- ¿SE PUEDE DUDAR DE TODO?

En el caso de Descartes que lo utiliza como un método, es interesante ver de qué modo llega a esa duda. Ya que en su caso los conocimientos previos que le habían dado, le impiden encontrar en estas verdades, y que además carecen de claridad y distinción. En este caso la duda de todo conocimiento se puede. Porque para él, como estudioso de la mayoría de las ciencias de su tiempo, se da cuenta de que ninguna de estas le permite el verdadero conocimiento, en primer plano las matemáticas que a pesar de ver en ellas sus postulados certeros, no comprende su aplicabilidad. Es claro que para Descartes que duda de todo excepto de que su mente hace el ejercicio de dudar.

Bien, en este caso Descartes por supuesto duda, como aquella forma que le permite saber algo: que está pensando, o que es una cosa que piensa, por supuesto para luego mencionar su frase: “pienso, luego existo”.

2.- ¿QUÉ ME GARANTIZA LA EXISTENCIA DEL MUNDO?

En esta parte, es muy elocuente que para Descartes, lo que le garantiza la existencia del Mundo es Dios, ese ser perfecto e infinito. Es en este sentido que él considera que existen las ideas innatas, porque Dios es el que la ha puesto en el mundo. “y así reconozco con toda claridad que la certeza la verdad de la ciencia, depende del conocimiento del verdadero Dios; de suerte que antes de conocerle, yo no podía saber perfectamente ninguna cosa. Ahora que conozco a Dios tengo el medio de adquirir una ciencia perfecta relativa a infinidad de cosas tanto a las que están en Él.

En este aspecto de la existencia del mundo, y su garantía a través de Dios, Descartes reduce sus dudas, porque queda planteado que todo proviene de Dios, pero a la vez esto pudiera parecer un obstáculo a su pensamiento porque me parece que lo limita.


3.- ¿QUÉ POSIBILITA LA RELACIÓN ENTRE LA RES COGITA Y LA RES EXTENSA?

Para Descartes lo que posibilita la relación entre la res cogita y la res extensa, es en este caso lo que para él, es algo muy claro, que a su vez le permite conocer la ciencia matemática y su aportación con la geometría analítica, que son aspectos como anchura, profundidad y extensión.

Reporte de lectura de las meditaciones 4°, 5° y 6°, tomado de las Meditaciones Metafísicas de René Descartes.

Meditación cuarta

De lo verdadero y de lo falso.

Aquí Descartes, separa lo que produce su pensamiento de las cosas sensibles. Da la autoridad a Dios de ser, lo que le da a él claridad y distinción en su pensamiento “de aquí deduzco que he descubierto un camino que nos conducirá de la contemplación del verdadero Dios –en el que se encierran todos los tesoros de la ciencia y de la sabiduría- al conocimiento de las demás cosas del universo”. El error no puede provenir de Dios, por lo tanto para Descartes, no hay facultad de equivocarse, sobre todo en el conocimiento. Otro aspecto de su duda, total.

También para él, por ejemplo es imposible penetrar y tratar de descubrir los designios de Dios, y por ello “hay causas que no están al alcance de mi espíritu (mente)”.

Aquí en esta parte, también menciona la propuesta que hace, de dudar de todo, excepto de su existencia y la de Dios. También este mismo párrafo, habla del libre arbitrio.

No se queja de Dios, pues no tiene ningún derecho, “por ejemplo, si considero mi facultad de concebir, veo que es poco extensa y muy limitada, y en seguida me represento la idea de otra facultad mucho más amplia y hasta infinita; y como puedo representarme su idea, reconozco sin dificultad que pertenece a la naturaleza de Dios”.

Cuando Descartes trata de rechazar y dar por falso, lo que había considerado como verdadero.

Algo importante que señala Descartes en esta meditación, es sin duda que al dar un juicio, y este no es con claridad y distinción, no se equivoca, sin embargo si hay negación o afirmación, en ocasiones, solo es por casualidad. Y señala: “no por eso habré dejado de usar mi libre arbitrio, porque la luz natural nos enseña que el conocimiento del entendimiento debe preceder a la determinación de la voluntad”.

Después menciona aspectos de la finitud, que se le ha dado, afirmando que es parte de ello no entender muchas cosas.

Ya para finalizar esta meditación habla de las causas de error: “porque si no retengo mi voluntad en los límites de mi conocimiento, de modo que no forme juicio sino sobre cosas clara y distintamente representadas por el entendimiento, es imposible que me equivoque”.

De aquí concluye que Dios como perfecto es imposible que haya error, por lo cual concluye que su juicio es verdadero.

En esta meditación es clara, su creencia en Dios, como autor de todo lo que él puede concebir, que primero es su propia existencia, y posteriormente como Dios es su creador es imposible que haya realizado un ser finito solamente lleno de imperfecciones, sino que creó un ser finito, con límites pero con buen juicio.

Finalmente menciona que procurará separar las cosas que le causen confusión de las que no.

Meditación quinta

De la esencia de las cosas materiales y, otra vez, de la existencia de Dios.

Bueno en este caso Descartes habla de las figurar geométricas que conoce y distingue. Que hay libertad de pensarlas o no, pero que tienen naturalezas verdaderas e inmutables.

Reafirma más abajo que las cosas conocidas clara y distintamente son verdaderas, entre las cuales destacan por supuesto las relativas a las figuras, números y otras cosas pertenecientes a la aritmética y a la geometría.

Después de esto, Descartes vuelve a mencionar a Dios: “la existencia de Dios debía estimarla tan cierta por lo menos, como he estimado hasta aquí todas las verdades matemáticas relativas a los números o figuras, aunque a primera vista no aparezca esto de un modo manifiesto por haber en ello cierta apariencia de sofisma”.

Separa después la esencia de la existencia de Dios, tal como lo ha hecho en otras cosas. Y vuelve a poner de ejemplo un triángulo, un caballo alado, mencionando que son cosas que puede concebir, aunque no existan. Muestra entonces su argumento con respecto a la existencia de Dios “en cambio de la imposibilidad de concebir a Dios como no existente, se sigue que la existencia es inseparable de él, y por lo tanto que existe verdaderamente”.

Reafirma más adelante que las diferencias entre suposiciones falsas y las verdaderas, entre las cuales se encuentran las figuras geométricas, que son verdaderas ideas nacidas, “de las cuales la primera y principal es Dios”.

Destaca también que únicamente las cosas que conoce clara y distintamente tienen fuerza para persuadirlo. Es por ello que cuando esto ocurre con esa claridad, se apresura a tomarlas como verdaderas.

“pero después de reconocer que existe un Dios, que todas las cosas dependen de él, y que no puede engañarme; después de afirmar como consecuencia de lo anterior, que lo concebido clara y distintamente es imposible que sea falso- aunque no piense en las razones que me han hecho calificar de verdadero mi conocimiento, aunque solo me acuerde de haberlo comprendido clara y distintamente, puedo afirmar, sin temor a que nada me haga dudar, que ese conocimiento es absolutamente cierto; he aquí una ciencia verdadera y segura”.

Finalmente en esta meditación, para Descartes el verdadero conocimiento depende de Dios.

Sexta meditación

De la existencia de las cosas materiales y de la distinción real entre el alma y el cuerpo del hombre.

En esta meditación Descartes hablará de la existencia de las cosas materiales. En este caso Descartes vuelve a mencionar a Dios como el productor de todas las cosas, en este caso de las que él es capaz de concebir con distinción. Hace su diferenciación entre la imaginación y la pura intelección.

Aquí habla del ejemplo del triángulo de mil lados, aunque no pueda representarlo. En este caso menciona que sabe de lo que trata pero no puede imaginárselo, como sería el caso de un triángulo.

“conozco, pues claramente que necesito para imaginar aplicando la atención de un espíritu que no necesito para concebir o entender. Esta particular contención muestra evidentemente la diferencia que existe entre la imaginación y la intelección o concepción pura.

Encuentra también él, el error de los juicios fundados en los sentidos externos y aun en los sentidos internos.

Aquí en esta parte el menciona otras dos razones de duda: “todo lo que he creído sentir estando despierto puedo creer que lo siento de igual modo estando dormido. La segunda consiste en que no conociendo, o mejor dicho, fingiendo no conocer al autor de mi ser, no veía nada que me impidiera que yo hubiera sido hecho por la naturaleza, de tal modo que me equivocara hasta en las cosas que me parecieran más verdaderas”.

Descartes menciona también, que él es una cosa que piensa, o una substancia cuya esencia o naturaleza es el pensar.

Habla de sus facultades de pensar, entre las cuales están las de imaginar y sentir. “Estas facultades pertenecen a alguna substancia, corporal o extensa, y no a una substancia inteligente, puesto que en su concepto claro y distintito está contenido alguna especie de extensión pero no de inteligencia”.

John Locke

REPORTE DE ENSAYO SOBRE EL ENTENDIEMIENTO HUMANO

SANDRA ELIZABETH SERRATO CABRERA


En este caso, lo que pretende el autor, es de negar que existan ideas innatas y demostrar la forma en que adquirimos los conocimientos, de manera que no es innato, como se ha pretendido admitir.

Para este caso, según comienza la explicación de Locke, las facultades naturales que posee el ser humano, le permiten alcanzar todo tipo de conocimiento, sin ayuda de ideas innatas.

Todos los conocimientos que se adquieren, no “están grabados en la mente natural porque son desconocidas para niños, idiotas, etc. Para grabar algo en la mente sin que ésta lo perciba me parece difícilmente inteligible”.

En esta parte Locke da su explicación de cómo las ideas innatas, de existir, no son percibidas por ejemplo, por los niños, donde menciona que sí estos, tienen impresas esas ideas, de qué manera es posible que sean entendidas y a su vez no lo sean. En este caso la respuesta que se le da es que las conocen cuando estos llegan al uso de razón. A lo cual él responde:

“que por el uso de la razón somos capaces de llegar a cierto conocimiento y asentamiento con respecto a ellas”. Es en esta parte donde lo ejemplifica con un teorema matemático. Para lo cual en la siguiente parte es falso que la razón lo descubra. “cuando la razón (si hemos de creerles) no es más que la facultad de deducir verdades desconocidas a partir de principios o proposiciones ya conocidas”

En el caso de que si por el uso de la razón se lleguen a entender las verdades del conocimiento, implica para Locke que no son innatos, “la razón no interviene de ninguna manera para obtener nuestro asentimiento a estas máximas, si al decir que “los hombres las conocen y asientan a ellas cuando llegan al uso de la razón” se quiere significar que este uso de la razón nos ayuda a conocer dichas máximas, ello resulta enteramente falso y de ser cierto, demostraría que no son innatas” . En esta parte Locke menciona otro ejemplo en el cual habla de gente analfabeta y los salvajes que nunca llegan a conocer estas máximas “es imposible que la misma cosa sea y no sea”. Niega de este modo que al llegar al uso de la razón sea el momento del descubrimiento. (Quizá en esta parte el descubrir, nos habla ya de una nueva cosa, no de algo que la anteceda).

Es importante entonces mencionar lo siguiente donde Locke desecha la innatez:”no existe en la mente un conocimiento acerca de estas máximas generales y patentes hasta que se llega al ejercicio de la razón, pero niego que al llegar al uso de razón sea el momento preciso en que se advierten por primera vez, y si ese fuera el momento preciso, niego que ello pruebe que son innatas.

Para más adelante volver a señalar que el hecho de asentir en cuanto son propuestas y entendidas no prueba que sean innatas. En este ejemplo cuando se quiere aceptar que el asentamiento de las proposiciones al ser escuchadas y entendidas, pruebe que son innatas, Locke menciona: “si tal aceptación fuera señal de que son innatas, que uno más dos son tres, que lo dulce no es amargo y miles de proposiciones similares deberían entonces ser innatas” para lo cual “nos encontraríamos con un cúmulo de principios innatos”.

Cuando las proposiciones son aceptadas, de manera inmediata “supone que todas nuestras ideas de los colores, sonidos, sabores, forma, etc. Son innatas, lo cual no puede ser más contrario a la razón y la experiencia”. Más adelante mencionara de qué manera la señal patente al no depender de las impresiones innatas sino de otra cosa.

Toda la serie de demostraciones como el hecho de asentar que dos más dos son cuatro y cosas por el estilo, y sean aceptadas como máximas, una vez mostradas no hace más que demostrar que no son innatas. “¿qué necesidad tendrían de ser las propuestas a fin de obtener su asentamiento, cuando si se encuentran en el entendimiento por una impresión natural y originaria (suponiendo que hubiera tal), tendrían que conocerse desde antes? Los hombres se van familiarizando primero con muchas de estas verdades patentes tan pronto como son propuestas”, aceptando que antes eran desconocidas.

Más adelante Locke menciona que no hay principios innatos, porque no logran un asentamiento universal, “bastaría para destruir el asentamiento universal, demostrándose así que no son innatas, si tan solo con que los niños las ignoraran”.

Este asentamiento universal del cual nos habla John Locke, al no gozar de dicho asentamiento nos prueba que no son innatas. Y además agrega que existen tribus salvajes que no pueden ni podrán poseer máximas abstractas, al igual que los niños.

NO EXISTEN PRINCIPIOS PRÁCTICOS INNATOS.

En principio Locke aquí habla de los principios morales, que no existen de manera clara y que se admitan “como las máximas especulativas” de las que se hablaron anteriormente. En este caso Locke menciona: “lo mismo resulta mucho más claro en relación con los principios prácticos, los cuales están lejos de tener una aceptación universal; y creo que será difícil encontrar ejemplos de una norma moral capaz de aspirar a un asentamiento tan general e inmediato como lo –que es, es”.

Después de esta aseveración Locke se pregunta por si imposibilidad y la identidad, son ideas innatas. Para lo cual responderá: en primer lugar que la idea de identidad no es innata, básicamente porque una persona cambia. Menciona también algunos otros aspectos de la idea de todo y parte, la idea de culto y por supuesto la idea de Dios, pues en ninguna de ellas, tampoco los niños tienen una idea de porqué. En este caso la idea de Dios, menciona dos ejemplos de lugares donde no aparece ninguna noción de Dios ni de religión. En este aspecto también están los chinos que es una comunidad atea en su totalidad.

“El nombre de Dios no tiene significado universal ni oscuro. Aun cuando la humanidad entera, en todo lugar, tuviese una idea de Dios, (a pesar de que la historia nos dice lo contrario), de ello no se seguiría que tal idea fuese innata”. Bien en este caso, Locke habla de quienes han logrado en base en su razón, tener la idea de Dios, es “pues las señales visibles de una sabiduría y un poder extraordinarios aparecen con tal claridad en todas las obras de la creación que una criatura racional que reflexione sobre ellas con seriedad, tiene que llegar a descubrir una Deidad”. Además agrega: “es porque hicieron uso de esa razón y “ponderaron con madurez las causas de las cosas y las rastrearon hasta su origen”.

DE LAS IDEAS EN GENERAL Y SU ORIGEN

En este tema la idea como objeto de pensamiento, y cómo las adquiere y que además proviene de la sensación y la reflexión la pregunta para Locke es la siguiente: ¿cómo se hace de ellas, de dónde obtiene el vasto acervo que la activa e ilimitada imaginación humana ha pintado en ella como una variedad casi infinita? De dónde saca todos los materiales de la razón y el conocimiento? En este caso para responder que es una palabra: la experiencia.

Es a partir de la sensación como se funda el conocimiento, que son los sentidos los que las transmiten a la mente. Y además cuando la mente realiza las operaciones propias de su estructura y naturaleza son la otra fuente, así explica: “la otra fuente de donde la experiencia proporciona ideas al entendimiento es la percepción de las operaciones que realiza nuestra mente interiormente, según es aplicada a las ideas que ha obtenido”.

El sentido interno es la reflexión, ésta que es “conciencia que la mente tiene acerca de sus propias operaciones y de las formas que adoptan que es la razón por la cual llega a haber ideas de estas operaciones en el entendimiento”. Sensación y reflexión los únicos orígenes de donde nacen todas nuestras ideas. En este caso para Locke la mente suministra el entendimiento.

Los niños adquieren por grados las ideas, en un tiempo tardío en algunos casos y en otras algunas ideas nunca las llegan a tener. En el caso de los hombres éstos adquieren ideas diferentes, según los distintos objetos con los que se relacionan, “cuando se convierten en objeto de su meditación entonces puede solo en ese caso ser una idea clara.

En esta segunda parte Locke habla ya de tener ideas y percibir, según él son la misma cosa. Es en este sentido donde habla del alma, y sí piensa siempre, “lo que digo es que no puede pensar, todo el tiempo, ya sea dormido o despierto sin percibirlo”.

Para concluir esta parte con el origen de todo nuestro conocimiento: “con el tiempo la mente llega a reflexionar sobre sus propias operaciones con respecto a las ideas obtenidas mediante la sensación, y acumula así un nuevo conjunto de nociones a las que denomino ideas de la reflexión. Éstas son las impresiones que dejan en nuestros sentidos los objetos externos, extrínsecos a la mente, y sus propias operaciones, las cuales proceden de sus facultades intrínsecas y peculiares, y se convierten también en objetos de su contemplación cuando reflexiona sobre ellas por sí misma, constituye, como ya he afirmado, el origen de todo conocimiento”.

DE LAS IDEAS SIMPLES

En esta parte, Locke divide las ideas en simples y complejas. Cuando se introducen en la mente sin mezcla por los sentidos, estas son simples.

“Las ideas simples, los materiales de todo nuestro conocimiento, son proporcionadas a la mente a saber, la sensación y la reflexión”.

Después menciona un ejemplo de forjar una idea a alguien que nunca se ha servido de sus sentidos para percibirla.

DE LAS IDEAS SIMPLES SOBRE LO SENSORIAL

Aquí divide él las ideas simples:

1er. Hay algunas que llegan a nuestras mentes por un solo sentido

2da. Hay otras que se introducen a la mente a través de más de un sentido

3ra. Otras más se obtiene solo por la reflexión.

4to. Hay algunas que se abren camino y son sugeridas en la mente por todas las formas de la sensación y la reflexión.

Empieza así su análisis:

Comenzando por los que llegan de un solo sentido entre los cuales están la solidez, que para Locke es “aquello que impide así la aproximación de dos cuerpos cuando se mueven uno hacia el otro.

Después menciona el ejemplo de aquellas que llegan a la mente por más de un sentido. En las cuales están: las de espacio o extensión, forma, reposo y movimiento.

En el tercer aspecto nos menciona de las ideas simples de la reflexión, las cuales “son las operaciones de la mente acerca de sus otras ideas”. Con las cuales se obtienen las ideas de reflexión y la de percepción.

Las ideas de la sensación y la reflexión. Entre las ideas de este apartado nos habla Locke de las ideas de placer y dolor, deleite o malestar. Así mismo enumera una serie de aspectos que tienen relación con otras ideas en combinación con ellas, el fin y utilidad del dolor, la bondad de Dios al anexar placer y dolor a nuestras ideas, ideas de la existencia y la unidad “la existencia y la unidad son otras dos ideas sugeridas al entendimiento por todos los objetos externos y todas las nociones internas”, la idea de poder, de sucesión y las ideas simples como materiales de todo nuestro conocimiento.

Dentro de las siguientes consideraciones sobre nuestras ideas simples de la sensación, se destacan las cualidades primarias de los cuerpos que son: “las que resultan manifiestamente inseparables del cuerpo, en el estado en que se encuentre, y que éste conserva de manera constante el margen de las alteraciones y cambios que sufra y de las fuerzas que puedan ejercerse sobre él”. Las cualidades secundarias son aquellas :”no son en realidad en los objetos mismos sino la capacidad de producir en nosotros diversas sensaciones a través de sus cualidades primarias, es decir, que por el volumen, la forma, la textura y el movimiento de sus partes imperceptibles nos provocan ideas como color, sonido, sabor, etc.

En esta parte me parece que Locke se interesa mucho por explicar estos asuntos físicos más que nada, pero sirven para posteriormente mencionar sus ideas complejas.

De las ideas complejas

Estas ideas son forjadas por la mente a partir de ideas simples.

Los actos de la mente, en donde ejercen su capacidad sobre sus ideas simples, son en lo esencial estos tres: 1) combinar varias ideas simples en una compuesta, y formar así todas las ideas complejas, 2)el segundo es evocar simultáneamente dos ideas, sean simples o complejas, y poner una junto a otra para considerarlas al mismo tiempo, pero sin fusionarlas en una sola, y obtener así todas sus ideas de relaciones, 3) la tercera consiste en separarlas de todas las demás ideas que las acompañan en su existencia real esto se denomina abstracción, y así es como formar todas sus ideas generales.

En este aspecto Locke resume sus ideas complejas en lo siguiente:

1 MODOS

2 SUSTANCIAS

3 RELACIONES

IDEAS CLARAS Y CONFUSAS

Las ideas claras, pues son aquellas en que para la memoria no es difícil retenerlas, en la medida “en que falten en algo a la exactitud original o hayan perdido parte de su primera frescura, encontrándose, por así decir, descoloridas o empañadas por el tiempo, en esa medida son oscuras”.

Las ideas empleadas en términos diferentes carecen de distinción que responda a sus diversos nombres, y por ende, no pueden distinguirse por medio de esto, son entonces confusas”.

Es decir que todo aquello que utilice diversos nombres, causara confusión cuando sea utilizado de modo indistinto y que no tenga o conlleve claridad.

Teetetes o de la Ciencia

Reporte de lectura del Teetetes

SANDRA ELIZABETH SERRATO CABRERA


Es una discusión entre los siguientes personajes principalmente: Sócrates, Teodoro, Teetetes, Euclides, Terpsión.

Una vez iniciado este diálogo, Sócrates se enfoca a cuestionar en primer término, de si el aprender, ¿no es hacerse más sabio en lo que se aprende?

Para una vez planteada esta primera cuestión, se refiere al significado de la ciencia, comparándolo con el de la sabiduría.

Qué diferencias puede haber entre ambas, es una de las primeras preguntas, por lo cual Sócrates replica que ésas son precisamente sus grandes dudas.

Es cuando después de ello comienzan el diálogo que se centra en dar una definición de lo que es la ciencia. Entre tanto, se da una primera opción mencionando que los zapateros, los geómetras y demás artes u oficios o se pueden considerar lo que hacen como ciencias.

Para ello Sócrates en realidad lo que quiere saber y se lo deja claro a Teetetes, no es saber los objetos de la ciencia, sino la ciencia misma.

Sócrates en este espacio del diálogo trata de convencer a Teetetes que él también practica la misma profesión de su madre, que es el de comadrona, pero que a diferencia de ella, él da a luz el conocimiento de su interlocutor, y es lo que pretende hacer con Teetetes. Le menciona que su alma no está vacía sino preñada.

Le dice que se esfuerce en responder, en cuanto le sea posible, pero que si no logra un fruto verdadero se enfade con él, como lo hacen las madres primerizas.

Después de esta parte, Teetetes le menciona: “que aquel que sabe una cosa, siente aquello que él sabe, y en cuanto puedo juzgar en este momento, la ciencia no se diferencia en nada de la sensación”.

Aquí en esta parte es donde inicia la polémica o discusión en la cual, Sócrates replica a Teetetes, de si la ciencia es la sensación, y la compara con la que ha dado Protágoras, “El hombre es la medida de todas las cosas, de la existencia de las que existen, y de la existencia de los que no existen.

Y lo que parece a unos, no necesariamente parece a otros.

¿Diremos que un Sócrates sano y un Sócrates enfermo son semejantes o diferentes? A lo que Teetetes responde: “diferentes en efecto”.

Los cuestionamientos de Sócrates, en referencia a los sentidos, finalmente logran ver en Teetetes que ciencia y sensación no son la misma cosa.

  • Sócrates-la ciencia no reside en las sensaciones sino en el razonamiento sobre las sensaciones, puesto que, según parece, sólo por el razonamiento se puede descubrir la ciencia y la verdad, y es imposible conseguirlo por otro rumbo.

Después de este momento que se prolonga en el mismo diálogo, el Teetetes da un nuevo rumbo, mencionando que el juicio verdadero es la ciencia.

Este planteamiento es nuevamente para Sócrates motivo nuevo para debatir en el concepto de la ciencia en sí. Establece o busca establecer las diferencias del juicio falso y del juicio verdadero.

“por consiguiente, no puede suceder que se juzgue que una cosa es otra, ni cuando se juzga sobre ambas, ni cuando se juzga sobre una de las dos. Así es, que definir el juicio falso diciendo que es el juicio de una cosa por otra, es no decir nada, y no parece que por este camino, ni por los precedentes, podamos formar juicios falsos”.

Se decide en alguna parte que hay dos juicios.

Posteriormente Sócrates menciona que no hay juicio falso:

“porque el que está en este caso, se imagina que lo que él conoce igualmente; los cual hemos dicho que sea imposible, y de dónde hemos concluido, como necesario, que no hay juicio falso, para no vernos precisados a conceder que el mismo hombre sabe y no sabe al mismo tiempo la misma cosa”.

Va transcurriendo el diálogo y en este se menciona que en una comparación tener no es lo mismo que poseer.

Da la explicación de las diferencias entre saber y poseer. El poseer es tener y no usar, el tener es tenerlo y usarlo.

Después Sócrates hace un ejemplo con un palomar:

“lo mismo que supusimos antes en las almas aquello de las planchas de cera, formemos ahora en cada alma una especie de palomar de toda clase de aves, estas viven en bandadas y separadas de las otras, aquellas reunidas también, pero en pequeños bandos, y otras solitarias y volando a la aventura entre las demás.

Esta comparación sirve a Sócrates, para ejemplificar lo que es el saber.

A lo cual Teetetes responde: “no hemos tenido razón para haber supuesto sólo ciencias en vez de pájaros y debimos suponer ignorancias revoloteando en el alma con aquéllas, de manera que el cazador, tomando tan pronto una ciencia como una ignorancia y verdaderamente por ciencia.

Una vez más se discute las diferencias entre ambos juicios, el juicio falso entonces flaquea. Teetetes pretende entonces dar una nueva tesis a Sócrates:

La ciencia es un juicio verdadero basado en explicaciones.

“pretendía que un juicio verdadero, acompañado de su explicación, es la ciencia, y que el que no puede explicarse está fuera de la ciencia”.

Posteriormente se viene la discusión de las sílabas de S ó O, para cuestionar qué son.

¿El todo y el total o la suma, son en tu opinión una misma cosa o dos cosas diferentes? A lo que Teetetes responde: “no tengo convicción acerca de eso, pero puesto que quieres que responda con resolución, me atrevo a decir que son cosas diferentes”. De manera general en esta parte del diálogo se sigue la discusión de las partes de las sílabas y los elementos.

Después de esta parte surge en Sócrates hablar de lo que es la explicación: ”la primera, el acto de hacer el pensamiento sensible por la voz por medio de los nombres y de los verbos, de suerte que se le grabe en la palabra que sale de la boca como un espejo o en el agua, no te parece que esto es lo qué quiere decir explicación”.

Después de esta explicación Sócrates pregunta acerca del que juzga, “Y aunque juzga bien, ¿no está desprovisto aún de ciencia, según hemos dicho?

Ya casi para finalizar este diálogo Sócrates menciona que porque conocer es tener la ciencia, para finalmente decirle al Teetetes que la ciencia no es sensación, ni el juicio verdadero acompañado de explicación.

Le dice que todavía tienen preñez y sienten todavía los dolores del parto.

Y que si quiere producir frutos, tendrá que ser gracias a esta discusión .

Reporte de Lectura sobre texto de Villoro

Reporte de lectura, tomado de CREER, SABER Y CONOCER

SANDRA ELIZABETH SERRATO CABRERA


En primer plano cómo en la mayoría de las lecturas del conocimiento, saltan las preguntas. Luis Villoro entonces se plantea: ¿qué es el conocimiento? En la cual esta pregunta tendrá dos sentidos diferentes que obligarán a respuestas distintas.

El conocimiento como problema psíquico, social y el que determinan otras ciencias como la fisiología y la sicología que determinan principios que “explicaran el conjunto de procesos causales que originan el conocimiento”. En ambos casos la ciencia responderá desde su estructura de causas, efectos y los hechos.

En el segundo sentido, puede no referirse a su origen, “sino a la justificación y validez del conocimiento”.

En este análisis de Villoro, lo llevaran de la mano a conceptos relacionados que en algunos casos generan confusión: creencia, justificación y verdad. Estudiar dichos conceptos, según él es tarea de la reflexión filosófica, porque la filosofía es la encargada de clarificar, analizar y sistematizar conceptos.

La reflexión entonces comienza:

Uno de los problemas de los objetos de conocimiento se entienden en dos sentidos: “cómo pregunta por las condiciones de la objetividad y como indagación de los procesos genéticos que conducen a la formación de un objeto de la mente”.

En ocasiones en la subsecuente parte, el autor menciona que la “reflexión filosófica no puede reemplazar los resultados de una sociología del conocimiento de base empírica”

Para Villoro, tanto las funciones de la ciencia con la filosofía no deben entremezclarse, solo complementarse. En este caso la filosofía con su análisis debe conocer las interpretaciones a las que han llegado algunas otras disciplinas, en cuanto al conocimiento.

Menciona con claridad en el campo de la psicología, de qué manera se puede alcanzar una incorporación a una teoría científica, con el apoyo del análisis filosófico, por medio de la epistemología, que mejorará la formulación de teorías científicas sistemáticas.

Una vez dicho esto, comienza su análisis del concepto de conocimiento, mismo que es tratado ya desde los tiempos de Platón, particularmente en el Teetetes.

Aquí incorpora sus análisis de si el saber implica creer. En el lenguaje común se utilizan indistintamente las palabras creencia como opuesto al saber y creer, como algo “verdadero pero sin estar seguro de ello, ni contar con pruebas suficientes”.

En su análisis creer, “en su sentido más general significa simplemente “tener un enunciado por verdadero” o “tener un hecho por existente”, aceptar la verdad y realidad de algo, sin dar a entender que mis pruebas sean o no suficientes.

En este sentido hay algo importante que enuncia: “todo saber implica creencia pero no toda creencia implica saber”. En este caso la temática se centra en Sí sé que P, no se puede separar de ese saber mi creencia, saber que P es creer que P.

Después de esta parte menciona: “una creencia es verdadera sólo si la proposición en que se expresa lo es”.

No en todos los casos se puede decir que se cree en algo y esto es cierto.

En otro apartado menciona nuevamente el análisis de Platón en el Teetetes:”la creencia verdadera por razones es saber, la desprovista de razones ésta fuera del saber”.

A continuación nos presenta Villoro su análisis de otra lectura: el Menón, donde menciona lo siguiente: “queremos conocer ante todo, por motivos prácticos; nos interesa saber porque, de lo contrario, no podríamos actuar ni, por ende, vivir. Es éste segundo aspecto el que aparece en el Menón”.

En este tema el autor considera que la creencia cierta bastará para orientar nuestras acciones en el mundo y que no fallará, y entonces así sí se logra el conocimiento.

Concluye que en el Menón no se propone una definición distinta, solo considerada desde otro aspecto. En el caso del Menón “la diferencia especifica entre creencia y saber son, en ambos diálogos, las razones en que se funda la creencia y la justificación en razones se presenta como una “atadura” de las creencias que asegura su presa en la realidad”.

En el siguiente subtema de los problemas planteados: el saber se analiza como una especie del género creencia. Y se plantea entonces las siguientes preguntas: ¿Qué es justificación?, ¿Cuándo son las razones suficientes para saber? Sobre todo: ¿Qué relación hay entre la segunda condición (verdad) y la tercera (justificación)? El saber tiene que presentarnos una garantía segura de alcanzar la verdad.

En este sentido, el problema planteado por el autor, se da en los distintos términos que pueda tener el conocer, como sinónimo de saber o como conocer, por el simple hecho de que es conocido, no como un conocimiento puro, sino como una casualidad o causalidad.

En el siguiente tema sobre el método, Villoro asevera: “definiríamos entonces la teoría del conocimiento como un análisis, clarificación y sistematización de los conceptos epistémicos”.

Pero en otro apartado menciona que los conceptos epistémicos, no se pueden reducir al campo de la ciencia. Y que los conceptos que se han analizado deben aplicarse a otros tipos de conocimiento. Aquí en este momento es bueno señalar que las teorías del conocimiento no se pueden reducir a los temas teóricos, “desligada de la práctica”.

El interés y darle sentido “a nuestra acción en el mundo, es lo que Platón barrunto en el Menón”.

La clarificación de los términos epistémicos, es necesario realizarla a través posiblemente de “la formalización de las relaciones que guarden entre sí, en un sistema lógico”.

“la filosofía ha consistido siempre en un examen de los conceptos a partir de sus múltiples usos en el lenguaje ordinario”.

La filosofía se ha interesado siempre por la clarificación de los conceptos y su aplicación en el lenguaje. En este caso “el análisis conceptual busca, ante todo, una clarificación de los conceptos”.

Claridad y distinción, dos elementos básicos para los filósofos, todo con miras a una “sistematización”. Por ello debe tener una coherencia.

Apunta Villoro: “el sistema debe tender a la simplicidad (el menor número de conceptos básicos y el menor número de condiciones para cada concepto) y la precisión (la mayor claridad en las relaciones lógicas entre todos los conceptos”.

Para la conclusión, lo básico lo menciona casi al finalizar este tema: “la sistematización de los conceptos epistémicos no puede ser cerrada: nos remite a los fines y a los valores del individuo y de la sociedad en que está inmerso.


Preguntas Descartes
Mario Alberto Carmona Baez

¿QUE POSIBILITA LA RELACION ENTRE LAS RES EXTENSA Y LA RES COGITANS?

R= Se dice que Descartes parte de la duda (duda metódica), método que lo lleva al verdadero conocimiento, no solo el conocimiento metafísico sino también el conocimiento de la ciencia.

La duda metódica será el instrumento o la condición de posibilidad para alcanzar el conocimiento verdadero; el conocimiento del yo mismo, del mundo y finalmente de dios. Descartes parte del yo mismo: “advertí luego, agrega, que queriendo yo pensar que todo es falso, era necesario que yo, que lo pensaba, fuese alguna cosa y observando que esta verdad: ‘yo pienso, luego existo’, era tan firme y segura, que los mas audaces argumentos de los escépticos no son capaces de conmoverla, juzgue que podía recibirla sin escrúpulo, como el primer principio de la filosofía que andaba buscando”.[1] Es importante señalar esto, puesto que es donde Descartes se da cuenta de que el mismo es una cosa material-pensante, que existe a través del cuerpo, pero también a través del pensamiento; de aquí parte para dividir al ser en: Res Extensa (Cosa Material) y Res Cogitans (Cosa Pensante).

La Res Extensa es aquella que parte de la corporeidad del hombre o sea la parte material del ser; el atributo de lo corpóreo es la extensión (por eso res extensa), ya que sin esta no es posible el cuerpo, todo lo material se dice que es medible y divisible, ahora sabemos por que el cuerpo es de la misma dimensión, ya que este es medible conforme al movimiento que provoca la extensión y divisible es dado que es algo determinado. Descartes procede al uso de la geometría, (etimológicamente: medida de la tierra), dado que el cuerpo es extensión y la tierra del igual forma también lo es, eso quiere decir que la geometría es el estudio de la extensión. La geometría estudia la extensión de todos los objetos materiales; el cuerpo es una cosa material (res extensa), por ende es estudiado por la geometría.

Habiendo analizado la importancia de la res extensa, Descartes se toma la molestia de explicarnos también lo importante que puede ser la Res Cogitans, ya que de esta parte su frase celebre ‘yo pienso, luego existo’, ya vimos que la existencia la demuestra mediante la res extensa, ahora veremos como este muestra la importancia del pensamiento con la Res Cogitans (cosa pensante) esa frase celebre nos da a entender que hay en nuestro interior un ser pensante, mientras este existe por medio de la res extensa, decía Descartes esto: yo soy pensamiento, luego el pensamiento crea la existencia; la Res Cogitans es entonces la substancia pensante del ser (hombre), por decirlo así es la parte espiritual, ya que esta substancia parte del intelecto (entendimiento). Ahora que sabemos que el pensar crea la existencia eso demuestra la importancia de la Res Cogitans, y por ende la res extensa es la parte física de la existencia, mas la res cogitans es la parte metafísica; una existe físicamente por el cuerpo y la otra existe metafísicamente por el pensamiento.

¿PUEDO DUDAR DE TODO?

R= La duda, concepto importantísimo en el pensamiento cartesiano, la duda metódica. Método por excelencia en Descartes, decía el para llevar a buen uso la razón. Descartes en el discurso del método nos cuenta el gran amor que siempre tuvo por el estudio: “yo estaba en una de las mas celebres escuelas de Europa”[2], donde convivió con grandes maestros de los cuales aprehendió muchas cosas; pero que no satisfecho de sus conocimiento, se vio en la obligación de estudiar aquellos que muy pocos les llamaba la atención; decía el las cosas mas raras. Descubriendo cosas muy importantes a cerca de muchas ciencias, se vio sorprendido por las fallas que estas solían tener, y descubriendo nuevas que el ignoraba, cada día descubría la gran ignorancia que en el habitaba, esa desconfianza en los juicios erróneos de las ciencias y de muchas de las enseñanzas de sus maestros lo hizo caer en un escepticismo, y se vio en la necesidad de crear un nuevo método mas sólido y con bases fundamentales de las de mas ciencias que lo llevara a la verdad del conocimiento puro, destruyendo todo edificio de conocimientos sospechosos, dudando de todo, partiendo del principio intelectual de la duda metódica. Esa duda lo va a llevar a crear un método riguroso para llevar al buen uso de la razón, para tener certeza clara y distinta. El punto aquí ese saber si se puede dudar de todo; Descartes mismo lo afirma: “puedo dudar de todo, de los único que no puedo dudar, es de que estoy dudando” y “no puedo dudar de mi pensamiento y de que existo”, son de las únicas cosas de las que no puede dudar Descartes. Con esto demuestra que se puede dudar de todo, hay razón en Descartes; no puedo dudar que estoy dudando y tampoco de mi pensamiento, ya que del conocimiento surge toda seria de preguntas y por ende es una forma de pensar y por ende la duda se hace presente, y al dudar estoy pensando, y al pensar estoy existiendo, y de eso no cabe duda. No puedo dudar de que estoy dudando.

¿QUE GARANTIZA LA EXISTENCIA DEL MUNDO?

R= Para demostrar la existencia del mundo, Descartes parte de la existencia de dios, ya que este es considerado como el creador de todas las cosas, el mismo Descartes se considera una de sus creaciones, ya que el afirma que las ideas no son producidas por su propio pensamiento sino que vienen de un ser sumamente perfecto e infinito que es dios, todo lo que viene de el no puede ser falso, de esta idea de verdad parte para demostrar también las existencia del mundo, ya que la causa de la existencia del mundo, es la perfección de dios que es imposible que el pueda crear ideas falsas; puesto que perdería esa jerarquía de perfección, el mundo existe, dado que dios existe, quedando así anulada la hipótesis de la existencia del genio maligno, que ponía en duda la existencia del mundo, con la prueba de la existencia de dios. Descartes nos muestra tres realidades substanciales: A) Res Infinita, que nos muestra a dios como substancia infinita; B)Res Cogitans, que es el yo pensante y consciente; C)Res Extensa, que nos muestra todos los objetos corporales, en el cual va a estar el mundo; el mundo es extensión, es una de las creaciones de dios, Dios que es omnipotente e infinitamente perfecto y que también existe, esto garantiza también la existencia del mundo, el mundo existe por que es una de las creaciones de dios existente.


[1] Discurso del método.

[2] Discurso del método, cap I, Pág. 10.

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